Los abusos sexuales tienen efectos perjudiciales para el desarrollo psicológico, sexual y social del niño o niña, ya que ponen en peligro la imagen que el niño tiene de si mismo. Un niño que es abusado siente que su cuerpo ha sufrido daños que no tienen arreglo ya que sienten que nunca más volverán a ser personas normales.
Sienten además un enorme miedo a volver a ser agredidas o a volver a vivir lo mismo otra vez y viven aterrorizados frente a las amenazas de daño de parte del abusador. Tienen insomnio o pesadillas, viven angustiados y aterrorizados con todo lo que les recuerde el abuso. En este sentido todo puede resultar un recordatorio de su problema: una película, el que algún niño de su edad les declare su amor, o tienen miedo a quedarse solos, etc.
Por otra parte estos niños presentan síntomas de angustia y están constantemente tristes, preocupados o pensando en sus problemas. Se deprimen y esto se manifiesta en falta de ánimo o enfermedades, la angustia y desesperación puede llevarlos al suicidio o a intentar suicidarse. Estos intentos de suicidio deben ser interpretados como una forma de pedir ayuda sin tener que contar que ha vivido abuso sexual. Además el intento de suicidio es grave y hace que las personas se preocupen más a fondo de lo que les está pasando. Así visto un intento de suicidio fallido es una puerta abierta a enfrentar el abuso. Se diferencian los intentos de los verdaderos suicidios ya que en los intentos los jóvenes o niños se encargan de que alguien los descubra en su “acto de suicidarse”, y tienen perfectamente calculado que alguien los va a lograr detener antes de hacerlo.
A nivel de la imagen de si mismos los niños y jóvenes que han debido adaptarse y aceptar un abuso sostenido en el tiempo experimentan varios efectos importantes para su vida futura. En primer lugar sienten culpa y vergüenza ya que de alguna manera sienten que han provocado el abuso en el adulto y así se lo hacen saber las demás personas. Cuando el abuso no ha implicado violencia y proviene de un padre cariñoso y cercano los sentimientos son más confusos todavía, y causan más conflicto al niño o niña.
Otro de los efectos a largo plazo del abuso es la falta de confianza en sí mismos, ya que llegan a pensar que ellos hacen algo mal que provoca en los demás este tipo de reacciones de abuso. Tienden a sentirse sucia(o)s, fea(o)s y poco atractivas(vos). Además tienden a tener un desarrollo de la sexualidad más temprano que los otros niños, dando la impresión de “pervertidos” o muy “sueltos”, pero no es más que el resultado de madurar a golpes y sentir rabia con la vida.
Un último aspecto importante es que las niñas abusadas tienden a hacerse cargo de los hermanos menores y son verdaderas madres de estos, lo que las hace casi no tener una vida social, ni cumplir etapas normales de pololeo como las demás niñas. Ellas ejercen el rol que las madres no son capaces de cumplir.
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