Si en numerosos textos y protocolos internacionales prohiben el reclutamiento y la utilización de nilos soldados, nadie da una definición precisa y universal. No obstante, la gran mayoría de ONG y de instituciones de la ONU vuelven a tomar la definición de los « principios del Cabo » formulados por la UNICEF y un grupo de ONG durante una conferencia en 1997 : un niño-soldado es una persona, niño o niña, de menos de 18 años de edad miembro de un ejército gubernamental o de un grupo armado, sea cual sea su rol, o acompañado de ciertos grupos, de otro modo en tanto que simple miembro de la familia, así como las niñas reclutadas para fines sexuales o para matrimonios forzados. Esta definición de niño-soldado no se aplica a los solamente portadores de armas. Incluye igualmente los niños que ocupan las funciones de combatiente, minero o desactivador de minas, explorador, espía, portador, recadero, guardia, centinela, cocinero, esclavos sexuales y para las niñas, esclavas domésticas, etc. que han sido reclutados de forma voluntaria o forzosa.
La utilización de niños en estos conflictos armados no es un fenómeno nuevo. El reclutamiento de los niños en los grupos armados son sin duda tan antiguos como la guerra misma despues del reclutamiento de niños soldados en Esparta en el siglo IV antes de JC hasta los kamikazes juveniles japoneses de la segunda guerra mundial, pasando por las compañías de cadetes de Louis XIV y más recientemente durante la guerra Iran-Irak, las guerras de Liberación africana, la revolucion cultural china, el conflicto en Irlanda del Norte, en Colombia, en Palestina.... Pero el fenómeno a tomado una nueva amplitud despúes del principio de los años 1990. La conflictividad contemporánea, en efecto, de naturaleza más intra-estatal que inter-estatal, tanto la proliferación de los ejércitos ligeros post-guerra fría, fáciles de transportar y de utilizar para un niño, no solamente ha inducido un deslizamiento de los objetivos militares a unas víctimas civiles pero sobre todo ha modificado la demografía de las fuerzas combatientes favoreciendo la participación de las mujeres y de los niños.
La situación en cifras
Es muy difícil obtener con certeza cual es el número de niños-soldados enrolados en las fuerzas armadas. En 2006, las Naciones Unidas estimaban en 250 000 el número de niños asociados a las fuerzas militares nacionales o en los grupos armados de oposición en el mundo, de los cuales 100 000 en Africa. Pero el fenómeno de los niños soldados toca sin discriminación todos los continentes : Asia, América latina, Europa, El Mediano Oriente. 20 a 30 000 niños-soldados se encontrarían solamente en la República Democrática del Congo (es decir cerca del 10 % de los niños soldados en el mundo). Aunque Africa sea el continente más tocado, la participacion de los niños en el conflicto armado es un problema a escala mundial, después Myanmar en Asia donde se han contado 70 000 niños soldados, hasta los « Little Bees » de Colombia reclutados en los grupos paramilitares y las milicias privadas, a las bombas humanas juveniles de Palestina, pasando por Europe y los niños reclutados durante el conflicto en la ex-Yugoslavia. Numerosos, buen mercado, maleables y facilmente remplazables, el reclutamiento de los niños soldados toca esencialmente unos grupos vulnerables socialmente (huérfanos) o económicamente.
La prevencion del reclutamiento de los niños soldados
Después de varios años de sensibilización por la UNICEF y las ONGs especializadas, este fenómeno ha generado una atención creciente, sensibilizando al más alto nivel las instancias internacionales. El Consejo de seguridad de la ONU, la Union africana, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa (OSCE) han condenado unánimemente el reclutamiento de los niños soldados. Existe hoy a la vez un consenso internacional alrededor de la necesidad de condenar el reclutamiento y la utilización de los niños soldados y una convergencia de las iniciativas internacionales para un reforzamiento del cuadro normativo legal existente.
1. Un reforzamiento del cuadro legal
Las Convenciones de Ginebra de 1949, sus protocolos adicionales de 1977 y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del niño de 1989 jalonan el cuadro legal apuntando a impedir la utilización de los niños en los conflictos armados. Después del final de los años 1990, un verdadero arsenal de tratados, resoluciones y protocolos internacionales se han agregado para encuadrar la protección de los niños soldados. En el espacio de tres años, cuatro instrumentos claves han sido adoptados :
El Tratado de Roma llevando a la creación del Tribunal Penal Internacional en 1998 y que ordena entre los crímenes contra la humanidad el reclutamiento o la utilización de niños de menos de 15 años em los conflictos armados.
La Convención internacional del trabajo n° 182 de 1999, decretada por la Organización Internacional del Trabajo, que define como una de las peores formas de trabajo forzado el reclutamiento de los niños soldados.
Las diferentes resoluciones pasadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenando el reclutamiento y la utilización de los niños soldados en los conflictos armados : las resoluciones 1261 (1999), 1314 (2000) 1379 (2001), 1460 (2003), 1539 (2004) y sobre todo 1612 (2005) que pretende poner en su lugar un mecanismo de vigilancia y de recogida de datos sobre los niños asociados a las fuerzas militares y a los grupos armados y la violación de sus derechos.
En fin, el Protocolo facultativo de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño que amplia la aplicación del límite de los 18 años para el reclutamiento obligatorio y la participación directa de los niños en los conflictos armados. Es uno de los protocolos más ratificados, firmado según las cifras de agosto del 2004 por 155 países y ratificado por 77 de entre ellos.
En febrero del 2007, se celebra en Paris una conferencia internacional titulada « Liberemos los niños de la guerra » reuniendo los representantes de 58 Estados participantes. Tenía por objetivo el obtener la adhesión a los Compromisos de Paris, que instauran los principios a la vez legales y operacionales para proteger los niños del reclutamiento y de su utilización en los conflictos armados y de los Principios de Paris que, ellos, establecen un conjunto de principios unidos en la protección de los niños, a su liberación de los grupos armados y a su reintegro a la vida civil.
2. ... pero una aplicación muy parcial.
A pesar de la adopción de estos nuevos instrumentos jurídicos y de los mecanismos de protección al nivel internacional, se constata durante un gran decalado entre la protección legal de los niños y la realización de los compromisos sobre el terreno. En la práctica, las violaciones de los protocolos por los Estados que los habían ratificado son moneda de corriente. Más de la mitad de los niños soldados son reclutados en Africa ea pesar de la adopción de la Carta Africana de los derechosy del bienestar del niño, el primer tratado regional de los derechos del niño entró en vigor en 1999. La ratificación de los instrumentos internacionales de protección por supuesto ha modificado los comportamientos : si en 1986, el Ejército de Resistencia Nacional de Yoweri Museveni se pavoneaba de sus niños soldados por las calles de Kampala, hoy los grupos armados desmienten reclutarlos. Pero la inmunidad de los reclutadores ha animado el fenómeno. En la materia de acción de la comunidad internacional hasta se tiene presente limitar esencialmente una condena verbal de los Estados y de los grupos armados reclutadores por la Secretaria General de las Naciones Unidas.
Existe no obstante nuevas presiones como esta de la Corte penal internacional o de otras Cortes de Justicia Nacional o Internacional. En 2003, el procurador de la Corte especial de Sierra Leona, establecida por las Nationes Unidas y el gobierno sierra leonés en 2002, a emitido los primeros actos de inculpación. El antiguo presidente de Libéria, Charles Taylor, a sido perseguido por varios jefes de acusación, de reclutar unos niños soldados. En 2005, la Corte Penal internacional ha habierto varias encuestas sobre el reclutamiento de niños en los conflictos nordugandeses y congoleños. Y recientemente, el 26 de julio de 2005, el Consejo de seguridad de las Nationes Unidas ha adoptado por unanimidad la resolución 1612 (2005) (S/RES/1612 (2005)) poniendo en marcha un mecanismo de vigilancia de la utilización de los niños en los conflictos armados que prevee el caso llegado el caso de la aplicación de sanciones.
Hoy, tenemos a nuestra disposición un cuadro de referencia principal y los programas de desmobilización se hacen cargo de los niños-soldados, y entre ellos especialmente a las jovenes niñas-madres. Las normas comunes han sido fijadas y se ha jugado un rol importante en la visibilidad internacional del problema. Queda por entrar en esto que el Representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la infancia y los conflictos armados, Olara Otunnu, llama « la era de la aplicación ».
La reinserción de los niños soldados
Además de ser necesario asociar esta protección de la infancia a un tratamiento en profundidad de los factores que favorecen su aplicación en los conflictos armados (desplome socio-económico notable). La reinserción de los niños soldados constituye en la materia un desafío mayor de las sociedades post-conflictivas. Si en los programas de desarmamento, desmobilización, desmilitarización, repatriamento, reinserción (DDDRR), las tres D van dirigidas sin demasiadas dificultades, la R queda como el punto débil.
Hasta 2003, unos programas de desmobilización y de reintegración habían sido puestos en marcha en una decena de paises (en Colombia, en el Congo, en Rwanda, en Sierra Léone, en Somalia, en Sudan, en Uganda, en Burundi, en Liberia en Sri Lanka). Entre mayo 2001 y enero 2002, después de 6.900 niños soldados han sido desmovilizados en Sierra Leone unas fuerzas rebeldes y otras milicias armadas (48 000 combatientes en total). Pero la confusion alrededor del estatuto a medio camino entre las víctimas y los criminales de los niños soldados, la cuestion de su responsabilidad jurídica mientras que la cuestión de las oportunidades económicas que les fueron ofrecidas después de su retorno a la vida civil estan llenos de dificultades a resolver para favoreces su reintegración e impedir su vuelta al reclutamiento. La reinserción de los niños soldados setá en el corazón de un complejo social, económico y militar que, para tener éxito, se debe articulae en una construccion de la paz a largo término.
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