¿Qué es una Agresión Sexual?
Una agresión sexual es un gesto de carácter sexual cometido hacia una persona contra su voluntad y su consentimiento o en una situación donde el consentimiento no es reconocido legalmente. Una agresión sexual puede implicar el uso de la violencia, de la fuerza, de amenazas, de abuso de poder o aún de manipulación.
La igualdad de sexos. Los chicos y las chicas pueden ser víctimas de una agresión sexual. Aunque las personas reconocidas por haber cometido unas agresiones sexuales sean más amenudo hombres, ciertas mujeres pueden también cometer estas agresiones.
Un lobo en pradera. La persona qua comete una agresión sexual es en la mayoría de los casos una persona del entorno. No se puede desgraciadamente reconocer a alguien que pone los gestos de violencia a su apariencia física.
El consentimiento personal. Tu eres el mejor juez para saber si tu tienes realmente ganas de tener un contacto sexual con alguien. Escucha lo que te dice tu pequeña voz interior. Ella te da muy amenudo los índices sobre esto que está a punto de pasar.
El consentimiento legal. Independientemente de tu consentimiento personal, la ley dicta la edad a partir de la cual tu estas en condiciones de dar tu consentimiento para tener actividades sexuales y esto, bajo ciertas condiciones solamente. Según la edad, varios elementos deben ser considerados para juzgar del consentimiento legal.
Acuerdate que en cada una de las situaciones, tu tienes el derecho:
- de aceptar o rechazar una actividad sexual;
- de elegir cada uno de los comportamientos que forman parte de una relación sexual (abrazar o aceptar hacerte tocar no es dejar pasar por otros contactos íntimos o sexuales);
- de cambiar de idea por el camino.
Sin sombra de duda, tu no estás en medida de dar tu consentimiento si :
- tu estás paralizado por el miedo;
- tu temes reaccionar;
- tu no tienes otra elección que hacer esto que el otro te pide;
- tu has sido afectado por la fuerza física o psicológica, esto incluye el chantage, la intimidación, la manipulación y la amenaza;
- tu estás bajo el efecto del alcohol o de la droga;
- tu dormías.
La ambivalencia de las emociones. Une agresión sexual puede sembrar mucha confusión en el espíritu de una persona que ha sido víctima. Si has sufrido una agresión sexual, es posible que tu pases por toda una gama de emociones, a veces contradictorias. Tu puedes tener miedo, tener verguenza, sentirte culpable, en cólera, triste, traicionado, frustrado o humillado. Si tu has sido agredido por una persona que tu amabas mucho, que tu conocías y en quien tu tenías confianza (miembro de la familia, compañero amoroso), tu puedes tener la dificultad de comprender que es lo que ha pasado. Tu puedes también continuar sintiendo un cariño hacia esta persona y a la vez intentar convencerte que la agresión no tiene nunca ha tenido lugar o que esta no ha sido realmente una.
La víctima no es culpable. Varias personas que sufren agresiones sexuales se sienten culpables de lo que les ha llegado. Si tu has sufrido una agresión, tu no eres de ningún modo responsable de estos gestos que han sido cometidos a tu consideración; solo la persona qui ha cometido la agresión lo es. No haber dicho NO no significa que tu estás consintiendo. Una persona que comete una agresión sexual utiliza a menudo la manipulación para llegar a sus fines.
¡No estás solo! Si tu sufres o has sufrido agresiones sexuales o si tu crees ser tu mismo con el riesgo de cometer violencia sexual, es importante que tu vayas a buscar ayuda.
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