EL SULTÁN Y LA MODELO
La vida de Manohara Odelia Pinot, toda una "famosa" en Indonesia pese a su juventud, cambió en cuestión de dos meses tras la boda en agosto de 2008.
"Los abusos sexuales y el acoso eran una rutina diaria para mí, algo a lo que él recurría cada vez que yo no quería mantener relaciones sexuales", aseguró la joven a los periodistas a su llegada a Yakarta, tras huir de su marido, el príncipe Tengku Temenggong Muhammad Fakhry, de 31 años.
"Sigo traumatizada por todo lo que ha pasado", manifestó la modelo, que sólo piensa en el divorcio. Manohara aseguró que fue golpeada y maltratada en numerosas ocasiones y que su esposo "le cortó con una cuchilla" partes del cuerpo.
Relató que vivía encerrada en las estancias privadas del príncipe sin apenas poder salir al exterior, salvo cuando tenía que cumplir con el protocolo en los actos oficiales.
Cada vez que se quejaba, era sedada con tranquilizantes y en una ocasión que trató de huir fue capturada por el servicio de seguridad y le drogaron "hasta que vomitó sangre", detalló Manohara.
La familia de la menor ha criticado a los gobiernos de Indonesia y Malasia por ocultar los episodios de malos tratos y abusos, y aseguró que las autoridades de ambos países ignoraron en repetidas ocasiones sus peticiones de auxilio.
La fuga definitiva se produjo el pasado fin de semana aprovechando un viaje que el matrimonio hizo a Singapur para ver al sultán de Kelantan, Ismail Petra II, quien se recuperaba en un hospital de la ciudad-estado de un infarto.Desde el Royal Plaza Hotel, uno de los establecimientos más prestigiosos de la antigua colonia inglesa, Manohara esperó un descuido de su marido para llamar a la policía y pedir socorro.
La Casa Real de Kelantan se ha negado a comentar el suceso y el Gobierno de Malasia considera que se trata de un asunto privado.
"Los abusos sexuales y el acoso eran una rutina diaria para mí, algo a lo que él recurría cada vez que yo no quería mantener relaciones sexuales", aseguró la joven a los periodistas a su llegada a Yakarta, tras huir de su marido, el príncipe Tengku Temenggong Muhammad Fakhry, de 31 años.
"Sigo traumatizada por todo lo que ha pasado", manifestó la modelo, que sólo piensa en el divorcio. Manohara aseguró que fue golpeada y maltratada en numerosas ocasiones y que su esposo "le cortó con una cuchilla" partes del cuerpo.
Relató que vivía encerrada en las estancias privadas del príncipe sin apenas poder salir al exterior, salvo cuando tenía que cumplir con el protocolo en los actos oficiales.
Cada vez que se quejaba, era sedada con tranquilizantes y en una ocasión que trató de huir fue capturada por el servicio de seguridad y le drogaron "hasta que vomitó sangre", detalló Manohara.
La familia de la menor ha criticado a los gobiernos de Indonesia y Malasia por ocultar los episodios de malos tratos y abusos, y aseguró que las autoridades de ambos países ignoraron en repetidas ocasiones sus peticiones de auxilio.
La fuga definitiva se produjo el pasado fin de semana aprovechando un viaje que el matrimonio hizo a Singapur para ver al sultán de Kelantan, Ismail Petra II, quien se recuperaba en un hospital de la ciudad-estado de un infarto.Desde el Royal Plaza Hotel, uno de los establecimientos más prestigiosos de la antigua colonia inglesa, Manohara esperó un descuido de su marido para llamar a la policía y pedir socorro.
La Casa Real de Kelantan se ha negado a comentar el suceso y el Gobierno de Malasia considera que se trata de un asunto privado.
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