La mutilación genital femenina
Miles de niñas de países asiáticos y africanos siguen siendo objeto de este tipo de violencia. Se calcula que actualmente hay en el mundo entre 85 y 114 millones de mujeres a quienes se les ha practicado la mutilación genital. La circuncisión femenina está destinada, principalmente, a impedir que la mujer sienta placer y evitar que se convierta en una mujer "ligera".
Se conocen diferentes tipos de mutilación genital de la mujer que se practican en la actualidad. Incluyen:
Tipo I: escisión del prepucio, con o sin escisión parcial o total del clítoris;
Tipo II: escisión del clítoris con escisión total o parcial de los labios menores;
Tipo III: escisión total o parcial de los genitales externos y sutura/estrechamiento de la apertura vaginal (infibulación);
Tipo IV: pinchazos, perforaciones o incisiones en el clítoris y/o en los labios; estiramiento del clítoris y/o de los labios; cauterización mediante abrasión del clítoris y el tejido circundante;
raspado del tejido que rodea el orificio vaginal (cortes tipo angurya) o cortes de la vagina (cortes tipo gishiri); introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina para causar una hemorragia, para tensarla o para reducir su tamaño; y cualquier otra práctica que se incluya en la anterior definición.
El tipo de mutilación genital de la mujer más común es la escisión del clítoris y los labios menores, que representa hasta un 80% de todos los casos; la forma más severa es la infibulación, que constituye entorno al 15% de todas las prácticas.
Las consecuencias de esta "operación" son fáciles de adivinar: hemorragias, infecciones de la pelvis, cortes en la uretra, la vejiga y ano, formación de abscesos en la vulva, incontinencia y retención urinaria, dolores, septicemias, esterilidad y tétano. Estas mutilaciones pueden también acarrear graves perturbaciones psicológicas, dolores intensos durante el acto sexual, la ausencia de orgasmos y, en muchos casos, desencadenan la muerte.
En culturas donde es una norma aceptada, la mutilación genital de la mujer es practicada por seguidores de todas las creencias religiosas así como animistas y no creyentes. Normalmente es un médico tradicional quien lleva a cabo la mutilación utilizando instrumentos rudimentarios y sin anestesia. Entre los más acaudalados de la sociedad puede ser realizada por personal sanitario cualificado en unas instalaciones sanitarias.
Las consecuencias de esta "operación" son fáciles de adivinar: hemorragias, infecciones de la pelvis, cortes en la uretra, la vejiga y ano, formación de abscesos en la vulva, incontinencia y retención urinaria, dolores, septicemias, esterilidad y tétano. Estas mutilaciones pueden también acarrear graves perturbaciones psicológicas, dolores intensos durante el acto sexual, la ausencia de orgasmos y, en muchos casos, desencadenan la muerte.
En culturas donde es una norma aceptada, la mutilación genital de la mujer es practicada por seguidores de todas las creencias religiosas así como animistas y no creyentes. Normalmente es un médico tradicional quien lleva a cabo la mutilación utilizando instrumentos rudimentarios y sin anestesia. Entre los más acaudalados de la sociedad puede ser realizada por personal sanitario cualificado en unas instalaciones sanitarias.
La OMS se opone a la medicalización de todos los tipos de mutilación genital de la mujer.La edad a la que se realiza la mutilación genital de la mujer varía dependiendo de la zona. Se lleva a cabo en menores de pocos días de edad, niñas y adolescentes y, ocasionalmente, en mujeres maduras.
Las razones que aducen las familias para pedir que se realice la mutilación genital de la mujer incluyen:
razones psicosexuales: reducción o eliminación del tejido sensible de los genitales externos, particularmente el clítoris, para atenuar el deseo sexual en las mujeres, mantener la castidad y virginidad antes del matrimonio y la fidelidad durante el matrimonio y aumentar el placer sexual masculino;
razones sociológicas: identificación con la herencia cultural, iniciación de las niñas a la condición de mujeres, integración social y mantenimiento de cohesión social;
razones de higiene y estéticas: los genitales externos femeninos se consideran sucios y antiestéticos y deben eliminarse para fomentar la higiene y proporcionar atractivo estético;
mitos: aumento de la fertilidad y promoción de la supervivencia de los hijos;
razones religiosas: algunas comunidades musulmanas practican la mutilación genital de la mujer creyendo que es una exigencia de la religión islámica. No obstante, la práctica precede al Islam.
Aunque la práctica de la MGF es anterior al Islam, ha adquirido una dimensión religiosa, invocada en aquellos países musulmanes que la practican. Los líderes islámicos no se muestran unánimes al respecto. El Corán no contiene ningún llamamiento en favor de la mutilación, pero algunos proverbios atribuidos a Mahoma cuentan que, preguntado por la mutilación, el profeta contesto “Reduce pero no destruyas”.
razones sociológicas: identificación con la herencia cultural, iniciación de las niñas a la condición de mujeres, integración social y mantenimiento de cohesión social;
razones de higiene y estéticas: los genitales externos femeninos se consideran sucios y antiestéticos y deben eliminarse para fomentar la higiene y proporcionar atractivo estético;
mitos: aumento de la fertilidad y promoción de la supervivencia de los hijos;
razones religiosas: algunas comunidades musulmanas practican la mutilación genital de la mujer creyendo que es una exigencia de la religión islámica. No obstante, la práctica precede al Islam.
Aunque la práctica de la MGF es anterior al Islam, ha adquirido una dimensión religiosa, invocada en aquellos países musulmanes que la practican. Los líderes islámicos no se muestran unánimes al respecto. El Corán no contiene ningún llamamiento en favor de la mutilación, pero algunos proverbios atribuidos a Mahoma cuentan que, preguntado por la mutilación, el profeta contesto “Reduce pero no destruyas”.
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