Naciones Unidas, 20 nov (PL) El Día Universal del Niño es celebrado hoy en todo el mundo con recordatorios a la situación de los menores en muchas regiones donde mueren a causa de enfermedades prevenibles, desnutrición y pobreza.
Creada el 14 de diciembre por recomendación y acuerdo de la Asamblea General, esta efemérides tiene el objetivo de promover los ideales y los objetivos de la Carta de la ONU y coincide con la adopción en 1959 de la Declaración de los Derechos del Niño.
También un 20 de noviembre, pero de 1989, vio la luz la Convención sobre los Derechos de los Niños.
La situación de los infantes y las metas encaminadas a eliminar pobreza, mejorar salud, brindarles educación y protegerlos ante males como el tráfico humano y otros aparecen en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, adoptados por la Cumbre de la ONU de 2000.
Pero, pese a algunos avances, la realidad en el mundo actual es trágica, según reveló un reciente informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sobre el Estado Mundial de los Niños en 2006 en los sectores más vulnerables.
Un estudio del profesor brasileño Paulo Sergio Pinheiro, presentado en octubre a la Asamblea General, aborda la violencia contra niños y adolescentes a escala global dentro de la familia, las escuelas y las instituciones de detencion y protección.
Según ese documento, unos 80 mil niños y adolescentes mueren en América Latina y el Caribe cada año debido a la violencia familiar, que Pinheiro precisa en esa región del mundo trasciende fronteras culturales, diferencias de clase, educación, origen étnico o edad.
Sus recomendaciones más relevantes son la creación de estrategias nacionales para prevenir y combatir la violencia y el nombramiento de una autoridad con nivel ministerial responsable de su coordinación.
El complejo panorama de los niños y adolescentes, fundamentalmente en los países subdesarrollados, es confirmado por estadísticas de la ONU, las cuales revelan que cerca de 115 millones de niños no asisten a las escuelas.
Otros datos señalan que alrededor de 1,2 millones de niños son secuestrados cada año en el comercio ilícito de personas, que cada día mueren 29 mil menores de cinco años y cuatro millones cada año en el primer mes de vida.
En cuanto al VIH-SIDA, estadísticas de UNICEF revelan que 2,3 millones de menores de 15 años son portadores del virus y dos millones de ellos viven en Africa Subsahariana.
Pese a los adelantos alcanzados en cuanto a la vacunación contra las seis principales enfermedades que atacan a la infancia, se calcula que en 2004 unos 27 millones de niños, uno de cada cinco nacidos, no recibieron las tres dosis requeridas.
Además, se indicó que el 53 por ciento de las muertes anuales de niños, 5,6 millones, se debe a la desnutrición y que 27 por ciento de los pequeños (146 millones) están bajos de peso.
Nueve de cada 10 muertes por malaria son de menores de cinco años en Africa Subsahariana, mientras los fallecimientos por sarampión tuvieron una reducción significativa gracias a la vacunación suplemetaria de 1999 a 2004.
La poliomielitis, entretanto, solo permanece en cuatro países, Nigeria, Indonesia, Yemen y Arabia Saudita, con mil 950 casos en 2005.
Otras tragedias que asolan el Tercer Mundo es que casi 425 millones menores de 18 años no tienen acceso a agua potable y casi mil millones carecen de condiciones sanitarias adecuadas.
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