Ciudad de México.- Las máquinas de rayos x, instaladas hace menos de dos años en dos sitios estratégicos, permitieron detectar dos grandes cargamentos de migrantes, que pagaron desde 7.000 hasta 30.000 dólares por ser trasladados a Estados Unidos, dependiendo del punto de origen.
Las Naciones Unidas calcula que el contrabando de personas que ingresan ilegalmente a Estados Unidos desde México genera 6.600 millones de dólares anuales, comparado con los entre 10.000 y 29.000 millones de dólares que produce el narcotráfico.
Esa cifra no incluye los 1.000 millones de dólares que pagan indocumentados no mexicanos que inician el recorrido en Guatemala, según un informe del 2010 de la ONU.
Las 513 personas detenidas el martes en dos camiones con acoplados en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, representaban al menos 3,5 millones de dólares. En enero se halló otro camión con 219 personas.
"Hasta donde yo sé, esta es la primera vez que vemos tanta gente, pero confirma lo que ya sabíamos", declaró Antonio Mazzitelli, de la rama regional de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito. "Hay cada vez más gente que viene de todas las regiones del mundo y usa el corredor de Centroamérica y México para llegar al mercado estadounidense".
Si bien la mayoría de los migrantes encontrados el martes eran guatemaltecos, también los había de la India, Nepal y China.
El contrabando de personas fue por mucho tiempo un negocio de pequeños grupos independientes que ayudaban a los migrantes a cruzar la frontera. Evadir a las autoridades, no obstante, es ahora mucho más complicado a la luz de las medidas de seguridad que se han tomado en los últimos años. Al mismo tiempo, las rutas empleadas se han tornado más peligrosas pues son controladas por bandas de narcotraficantes que no dudan en secuestrar y extorsionar a sus clientes para sacar más dinero.
Cuanto más difícil el viaje, más alto el precio. Las autoridades guatemaltecas, que estiman que entre 300 y 500 indocumentados ingresan a México todos los días, dicen que esas personas pagan el doble de lo que se pagaba hace dos años, en algunos casos hasta 10.000 dólares.
"Refuerzan las medidas de seguridad en la frontera y los costos suben", dijo el reverendo Muro Verzeletti, sacerdote católico romano que dirige la Pastoral de la Movilidad Humana de Guatemala. "Su negocio está siendo facilitado por los mismos gobiernos, que no tienen políticas migratorias integrales y dejan que los migrantes caigan en manos del crimen organizado".
A diferencia de quienes contrabandean drogas, armas y otras mercancías, los contrabandistas de personas prácticamente no pierden dinero si los migrantes son pillados por las autoridades o si escapan.
Hacia el 2006, el 95% de las personas que ingresaban ilegalmente a Estados Unidos contrataban coyotes, según el informe de la ONU, que dice que en la actualidad la mayor parte de esas personas son trasladadas en camiones.
En lo que se refiere a la frontera sur de México, nadie sabe exactamente quiénes manejan el negocio. Hay quienes dicen que las redes de transporte no están conectadas con los brutales carteles de las drogas, como los Zetas o el Cartel del Golfo, que se concentran en los secuestros y la extorsión.
Pero muchos opinan que sí trabajan juntos, incluidas las autoridades. Tanto policías locales como agentes de inmigración han sido detenidos en operaciones para rescatar personas secuestradas en Reynosa, en la frontera con Estados Unidos.
"Está claro que hay agentes de inmigración, policías federales, Zetas, maras... de todo, que trabajan al lado de las bandas de la zona", expresó el reverendo Alejandro Solalinde, cura católico que dirige un refugio para migrantes en Oaxaca. "Quienes le sacan dinero a los migrantes son todos partes de la misma mafia".
Las autoridades de inmigración de Chiapas dijeron que los migrantes no sabían cuándo cruzaron la frontera entre Guatemala y México, ni quisieron decir cómo se pusieron en contacto con los coyotes o si estos formaban parte de una banda grande.
Algunos estaban deshidratados tras viajar horas amontonados en contenedores de los camiones.
En los contenedores se habían abierto algunos agujeros, pero los migrantes entrevistados por los investigadores estatales dijeron que no tenían aire ni agua. Los camiones se dirigían a Puebla, en el centro del país, donde supuestamente abordarían otros vehículos para seguir el viaje.
Se especula que desde hace un tiempo que se vienen haciendo transportes masivos como este. La diferencia ahora es que los camiones se negaron a detenerse cuando los rayos x detectaron la presencia de personas en su interior. La policía los persiguió y finalmente los detuvo a 16 kilómetros (10 millas).
"No sabemos por cuántos puestos de control pasamos antes", comentó Héctor Sipac, cónsul de Guatemala en la Ciudad de México. Especuló que otros cargamentos similares pueden haber seguido sin problemas.
Las autoridades estatales dicen que tienen dos puestos de control en Tuxtla Gutiérrez con máquinas de rayos x permanentes desde hace casi dos años. Hace un año el gobierno nacional aportó otras dos máquinas móviles que se usan en distintos sitios.
Nada, sin embargo, parece ser suficiente para detener el flujo de personas hacia el norte.
"Ha habido un aumento en los últimos meses. Hay detenciones casi a diario, pero esta es la segunda grande", declaró Juan José González, director de la organización sin fines de lucro Movimiento de la Frontera Sur. "Y cada vez los coyotes cobran más por transportar gente al norte".
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