Es una situación inédita en el mundo y habla de la descomposición social del país, reveló el investigador de la Clínica de la Salud Integral Iztacala de la UNAM, Fernando Quintanar Olguín.
En los últimos diez años los suicidios en México se han incrementado hasta en un 300 por ciento, cantidad que no tiene igual en ninguna otra parte del mundo y lo cual “nos habla de la descomposición social que vivimos en el país”.
Así lo reveló el responsable del Programa de Psicología del Envejecimiento y Suicidio en la Clínica Universitaria de la Salud Integral Iztacala de la UNAM Fernando Quintanar Olguín.
El también autor del libro “Comportamiento Suicida”, apuntó que el proceso de suicidio y las condicionantes han cambiado pues ahora tiene que ver con la tendencia de vivir una vida light, no hay retos, no hay riesgos realistas, no hay compromisos y no existen verdaderos guías.
“Las nuevas generaciones carecen de líderes de modelos de héroes, de héroes de veras, no nada más héroes deportivos o de la música y a la disgregación”, abundó.
En ese tenor, sostuvo que hace falta una educación que permita que los jóvenes puedan orientar sus esfuerzos a compromisos con los demás: “Porque muchos se suicidan porque hay un distanciamiento social, que no me permite involucrarme con nadie más”.
Fernando Quintanar Olguín recordó que antes los motivantes del suicidio eran la pobreza, la violencia, las adicciones y los conflictos de pareja, “ahora la forma de los conflictos también ha cambiado”, dijo.
Así, reveló que es más común que sean los jóvenes y menores de edad quienes se suiciden, en muchos de los casos, por la violencia familiar en que se ven inmersos, “siempre la hubo pero no como la hay ahora”, dijo.
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