Violencia sexual: el maltrato velado que no se denuncia
Se trata de un tipo de agresión «oculta e invisible», tanto que resulta alarmante que la mayoría de las víctimas no denuncien porque ni siquiera saben que lo son. Es la denominada violencia sexual, un concepto ligado tradicionalmente a la explotación sexual o al abuso, pero cuyo espectro abarca mucho más. La Organización Mundial de la Salud describe este tipo de agresión como «todo acto sexual, tentativa de consumarlo, comentarios o insinuaciones no deseadas o la utilización de la sexualidad de una persona mediante coacción».
Su desconocimiento explica la escasez de denuncias, o al menos esto es lo que se desprende del informe elaborado por la Federación de Mujeres Porgresistas «La salud sexual de las mujeres víctimas de violencia de género», que alerta de que este tipo de violencia es, ciertamente, un maltrato velado.
Según este estudio, el 69% de las mujeres que han sido víctima de maltrato han sufrido algún tipo de violencia sexual. El informe elaborado por la Federación de Mujeres Progresistas da muestra, además, del incremento de esta habitual forma de agresión, así como de su dificultad para localizarlo debido, entre otros factores, a que el tabú de la sexualidad supone un importante freno para su detección. Dicho estudio, para el que han sido entrevistadas 35 mujeres, refleja asimismo que un 49% de las maltratadas han sido obligadas a mantener relaciones sexuales sin protección.
La directora y responsable del área de violencia de la Federación de Mujeres Progresistas, María José Bueno, ha destacado además que un 77% de las entrevistadas sufrieron violencia durante el embarazo. «La totalidad de las mujeres que declararon haber tenido al menos un aborto espontáneo habían sufrido también malos tratos durante la gestación».
El estudio arroja un dato desalentador, y es que la mayoría de las víctimas de violencia sexual no se reconocen como agredidas. De hecho, una parte sustancial de las mujeres entrevistadas para este informe no se supo víctima sexual hasta la elaboración del cuestionario.
Coacciones, fuerza y amenazas son las armas habituales del agresor para ejercer esta variante de violencia machista. Ellas, por su parte, acceden a «cumplir» los deseos de la pareja, bien tras ser intimidadas y sin presentar oposición alguna o bien tras presentar cierta resistencia, aunque sin resultado.
La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro ha destacado hoy, durante la presentación del estudio, que el mayor inconveniente en este tipo de maltrato se encuentra, precisamente, en la dificultad para identificar como forma de violencia esete tipo de coacción o simplemente determinados comportamientos que, dentro de una relación de pareja, pueden ser asumidos como una actitud «normal» y no como un tipo de maltrato.
630.000 víctimas
La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha explicado hoy en rueda de prensa que según estudios especializados, "por cada mujer muerta hay 10.000 lesionadas, lo que quiere decir que en España hay 630.000 víctimas de violencia de género". Además, recordó que sólo 14 de las 63 mujeres muertas habían denunciado a su agresor. "No denunciar tiene consecuencias fatales", dijo, y agregó que el 63% de las asesinadas convivía con su asesino, lo que demuestra "lo solas que están las víctimas de la violencia de género".
"Algunas mujeres no están seguras a la hora de denunciar y no hacen nada, mientras el problema se va agravando. Yo les pido que acudan a las asociaciones de mujeres como las nuestra, que hay muchas, porque les vamos a ayudar.
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