La situación de la mujer afgana .
Han pasado casi siete años desde que las tropas occidentales llevaron a la caída del gobierno del Talibán y Afganistán sigue siendo el lugar en el mundo más peligroso para que viva una mujer.
De acuerdo con un informe publicado por la organización no gubernamental británica Womankind, Afganistán tiene uno de los índices más altos en violencia doméstica y mortalidad maternal.
Al mismo tiempo, es uno de los pocos países en el mundo en que las mujeres cometen más suicidios que los hombres.
El motivo por el cual a lo largo de estos años no ha habido un cambio sustancial en la calidad de vida de la mujer afgana se debe, según Womankind, a que tanto las ayudas internacionales como los pequeños cambios en la legislación que permitieron -por ejemplo- el voto femenino o la cuota del 25% de mujeres en la política, no tuvieron éxito en la práctica.
Esto ha traído como resultado que el proceso para incluir a la mujer en la vida política, social y civil ha sido increíblemente lenta, sino nula.
Después de casi siete años, las mujeres siguen inmolándose para escapar de la brutalidad y a niñas de ocho años las siguen casando con ancianos.
Sin embargo, el mayor problema es la violencia. Para ser exactos, estamos hablando de un 80% de mujeres víctimas de la violencia doméstica.
Si seguimos contabilizando en porcentajes, Kathryn Lockett, the Womankind, resalta que "el 60% de los matrimonios son obligados y casi el 57% de las niñas son casadas antes de que cumplan los 16 años, a pesar de que esto es ilegal bajo la nueva legislatura. El problema es que la misma no se implementado suficientemente".
Afganistán también figura entre los países donde más mujeres mueren durante el parto.
La ONG británica advierte que la inseguridad sigue siendo la mayor preocupación de la mujer afgana, pues esto afecta el acceso a la educación y la asistencia sanitaria, así como la participación en la actividad económica y la vida política.
El estudio indica que la mujer de calle corre el riesgo de ser violada por elementos armados, mientras que líderes de la sociedad civil, particularmente en el sur y este del país, pueden ser atacadas y asesinadas por su trabajo.
La situación se torna aún más difícil cuando una mujer denuncia una agresión, pues pueden ser encarceladas, ser víctimas de más abusos esta vez por parte de la policía y ser regresadas a un hogar inseguro para ellas.
"La violencia contra la mujer debe ser manejada de una forma adecuada, al mismo tiempo que se debe asegurar la participación activa de la mujer en la vida política, social y civil", expresa Partawmina Hashemee, activista que trabaja para una de las ONG asociadas a Womankind.
"Al mismo tiempo las organizaciones locales deben ser apoyadas y el gobierno debe tomar medidas para cumplir con sus responsabilidades nacionales e internacionales", agrega.
Las organizaciones locales deben ser apoyadas y el gobierno debe tomar medidas para cumplir con sus responsabilidades nacionales e internacionales
Para lograr cambios profundos en la sociedad y política afgana, la ONG británica considera que el gobierno debe involucrarse más y destinar más recursos para ello.
Han pasado casi siete años desde que las tropas occidentales llevaron a la caída del gobierno del Talibán y Afganistán sigue siendo el lugar en el mundo más peligroso para que viva una mujer.
De acuerdo con un informe publicado por la organización no gubernamental británica Womankind, Afganistán tiene uno de los índices más altos en violencia doméstica y mortalidad maternal.
Al mismo tiempo, es uno de los pocos países en el mundo en que las mujeres cometen más suicidios que los hombres.
El motivo por el cual a lo largo de estos años no ha habido un cambio sustancial en la calidad de vida de la mujer afgana se debe, según Womankind, a que tanto las ayudas internacionales como los pequeños cambios en la legislación que permitieron -por ejemplo- el voto femenino o la cuota del 25% de mujeres en la política, no tuvieron éxito en la práctica.
Esto ha traído como resultado que el proceso para incluir a la mujer en la vida política, social y civil ha sido increíblemente lenta, sino nula.
Después de casi siete años, las mujeres siguen inmolándose para escapar de la brutalidad y a niñas de ocho años las siguen casando con ancianos.
Sin embargo, el mayor problema es la violencia. Para ser exactos, estamos hablando de un 80% de mujeres víctimas de la violencia doméstica.
Si seguimos contabilizando en porcentajes, Kathryn Lockett, the Womankind, resalta que "el 60% de los matrimonios son obligados y casi el 57% de las niñas son casadas antes de que cumplan los 16 años, a pesar de que esto es ilegal bajo la nueva legislatura. El problema es que la misma no se implementado suficientemente".
Afganistán también figura entre los países donde más mujeres mueren durante el parto.
La ONG británica advierte que la inseguridad sigue siendo la mayor preocupación de la mujer afgana, pues esto afecta el acceso a la educación y la asistencia sanitaria, así como la participación en la actividad económica y la vida política.
El estudio indica que la mujer de calle corre el riesgo de ser violada por elementos armados, mientras que líderes de la sociedad civil, particularmente en el sur y este del país, pueden ser atacadas y asesinadas por su trabajo.
La situación se torna aún más difícil cuando una mujer denuncia una agresión, pues pueden ser encarceladas, ser víctimas de más abusos esta vez por parte de la policía y ser regresadas a un hogar inseguro para ellas.
"La violencia contra la mujer debe ser manejada de una forma adecuada, al mismo tiempo que se debe asegurar la participación activa de la mujer en la vida política, social y civil", expresa Partawmina Hashemee, activista que trabaja para una de las ONG asociadas a Womankind.
"Al mismo tiempo las organizaciones locales deben ser apoyadas y el gobierno debe tomar medidas para cumplir con sus responsabilidades nacionales e internacionales", agrega.
Las organizaciones locales deben ser apoyadas y el gobierno debe tomar medidas para cumplir con sus responsabilidades nacionales e internacionales
Para lograr cambios profundos en la sociedad y política afgana, la ONG británica considera que el gobierno debe involucrarse más y destinar más recursos para ello.
1 comentario:
buenas tardes me podrian facilitar algun medio para contactarlos me interesa el tema
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