Las Drogas Psiquiátricas generan Violencia
El incremento de la violencia inexplicable y mortal es algo nuevo y perturbador en la comunidad.
El incremento de la violencia inexplicable y mortal es algo nuevo y perturbador en la comunidad.
A continuación se dan varios descubrimientos científicos que revelan la naturaleza anti social de las drogas Psiquiátricas y que demostrarían el peligro del consumo de las mismas.
En 1997 la Revista de la Academia Americana de Psiquiatría y Legislación, publicó que el paciente promedio en prisión es joven de 19 años con un }istorial de abuso de sustancias o adicción a varias drogas. Todos los pacientes en este estudio habían sido tatados con psicotrópicos (drogas que alteran la mente) y en esa población había "una alta incidencia de agresividad".
En 1995, una conferencia nórdica informó que, en particualr, los nuevos antidepresivos tenían un efecto estimulante similar al de las anfetaminas y las personas que las consumen podían volverse "agresivas" o "tener alucinaciones o pensamientos suicidas".
En 1995, nueve psiquiatras australianos insistieron en que los nuevos antidepresivos, los inhibidores de Recaptura de la Serotonina (SSRIs), se vendieran con una advertencia, ya que varios pacientes se habían hecho cortes en su cuerpo o habían tenido pensamientos violentos. Los daños autodestructivos habían iniciado después de iniciar el tratamiento o cuando se modificaban las dosis, y cesaban cuando se descontinuaba la droga. Un paciente les dijo; "No queria morir. Sentía que quería partir mi cuerpo en pedazos". Otro informó: "Tomé mi cuchillo con la mano derecha y deseaba cortarme la izquierda desde la muñeca".
Un estudio canadiense de 1975, que investigaba los efectos de las drogas psiquiátricas en los prisioneros, descubrió que "los incidentes de agresión violenta ocurrian con mayor frecuencia en los internos que tomaban medicamentos psicotrópicos (que alteran la mente) que en los internos que no los tomaban"
Entre 1988 y 1992 se informó de 90 niños y adolescentes tuvieron un comportamiento suicida o violento y auto destructivo al tomar uno de los nuevos antidepresivos. El informe sobre reaciones adversas de la Administración para Alimentos y Medicamentos sobre esta droga reveló que un niño de 12 años experimentó hostilidad, confusión, se puso violento y tenía la "mirada vidriosa" al tomar la droga. Otro adolescente de 16 años que había tomado la droga durante 50 días experimentó hostilidad, depresión psicótica y alucinaciones, siendo que no tenia historial de padecimientos psiquiátricos.
Culpar de la Violencia a la "Enfermedad Mental", Otro Engaño de la Psiquiatría
Las hojas de Información del fabricante revelan que las drogas psiquiátricas pueden provocar embotamiento emocional, gitación, alucinaciones, reacciones maniaticas, delirio, sueños extraños, agresividad, excesiva sensibilidad a la crítica o psicosis. Los psiquiatras con frecuencia culpan de este comportamiento violento a la "enfermedad mental" de la persona o a que se suspende el uso de la "medicación" psiquiátrica (que no son más que drogas pesadas que alteran la mente); pero ese comportamiento es más bien el resultado de los efectos de retiro de la misma droga. Un estudio médico danés de 1995 informó que los sintomas de retiro de las drogas psicotrópicas que causasn dependencia son: "Cambios emocionales: Miedo, terror, pánico, temor a volverse loco, pérdida de la autoconfianza, inquietud, irritabilidad, agresión, impulso por destruir y, en los peores casos, impulso por matar".
En 1990, CCHR pidió a los psiquiatras estadounidenses y a la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA en sus siglas en inglés) expedir notas de advertencia sobre las más recientes drogas psiquiátricas que causan violencia y suicidio, como el antidepresivo Prozac. CCHR presentó una queja formal y suministró la evidencia procedente. El 20 de septiembre de 1991 la FDA respondió. Ordenó un comité consultivo para que mantuviera audiencias para investigar la seguridad y efectividad de las drogas antidepresivas. Un panel de nueve psiquiatras, muchos con lazos financieros con las compañías, escucharon el testimonio de los expertos médicos, así como a las víctimas de estas drogas. No hicieron nada.
No fue sino hasta trece años después, el 15 de octubre de 2004, cuando finalmente la FDA ordenó a las compañías farmacéuticas que pusieran advertencias en “recuadro negro” a las cajas de antidepresivos; que adviertan que pueden provocar ideas y conducta suicida en niños y adolescentes. Nueve meses le tomó a la FDA expedir otra nota de advertencia a los médicos: que vigilaran la conducta suicida en adultos que
tomen antidepresivos.
Las advertencias de la FDA reivindicaron las afirmaciones de CCHR y sus testimonios de pacientes y familiares de 1991. Sin embargo, millones de hombres, mujeres y niños ya habían sido sometidos a peligrosas drogas por más de una década. Actualmente la controversia sobre el asunto va en aumento, y las advertencias internacionales se expiden a ritmo acelerado, citando los efectos de dependencia a las drogas: adicción, manía, hostilidad, agresión, psicosis, suicidio y violencia.
En 1997 la Revista de la Academia Americana de Psiquiatría y Legislación, publicó que el paciente promedio en prisión es joven de 19 años con un }istorial de abuso de sustancias o adicción a varias drogas. Todos los pacientes en este estudio habían sido tatados con psicotrópicos (drogas que alteran la mente) y en esa población había "una alta incidencia de agresividad".
En 1995, una conferencia nórdica informó que, en particualr, los nuevos antidepresivos tenían un efecto estimulante similar al de las anfetaminas y las personas que las consumen podían volverse "agresivas" o "tener alucinaciones o pensamientos suicidas".
En 1995, nueve psiquiatras australianos insistieron en que los nuevos antidepresivos, los inhibidores de Recaptura de la Serotonina (SSRIs), se vendieran con una advertencia, ya que varios pacientes se habían hecho cortes en su cuerpo o habían tenido pensamientos violentos. Los daños autodestructivos habían iniciado después de iniciar el tratamiento o cuando se modificaban las dosis, y cesaban cuando se descontinuaba la droga. Un paciente les dijo; "No queria morir. Sentía que quería partir mi cuerpo en pedazos". Otro informó: "Tomé mi cuchillo con la mano derecha y deseaba cortarme la izquierda desde la muñeca".
Un estudio canadiense de 1975, que investigaba los efectos de las drogas psiquiátricas en los prisioneros, descubrió que "los incidentes de agresión violenta ocurrian con mayor frecuencia en los internos que tomaban medicamentos psicotrópicos (que alteran la mente) que en los internos que no los tomaban"
Entre 1988 y 1992 se informó de 90 niños y adolescentes tuvieron un comportamiento suicida o violento y auto destructivo al tomar uno de los nuevos antidepresivos. El informe sobre reaciones adversas de la Administración para Alimentos y Medicamentos sobre esta droga reveló que un niño de 12 años experimentó hostilidad, confusión, se puso violento y tenía la "mirada vidriosa" al tomar la droga. Otro adolescente de 16 años que había tomado la droga durante 50 días experimentó hostilidad, depresión psicótica y alucinaciones, siendo que no tenia historial de padecimientos psiquiátricos.
Culpar de la Violencia a la "Enfermedad Mental", Otro Engaño de la Psiquiatría
Las hojas de Información del fabricante revelan que las drogas psiquiátricas pueden provocar embotamiento emocional, gitación, alucinaciones, reacciones maniaticas, delirio, sueños extraños, agresividad, excesiva sensibilidad a la crítica o psicosis. Los psiquiatras con frecuencia culpan de este comportamiento violento a la "enfermedad mental" de la persona o a que se suspende el uso de la "medicación" psiquiátrica (que no son más que drogas pesadas que alteran la mente); pero ese comportamiento es más bien el resultado de los efectos de retiro de la misma droga. Un estudio médico danés de 1995 informó que los sintomas de retiro de las drogas psicotrópicas que causasn dependencia son: "Cambios emocionales: Miedo, terror, pánico, temor a volverse loco, pérdida de la autoconfianza, inquietud, irritabilidad, agresión, impulso por destruir y, en los peores casos, impulso por matar".
En 1990, CCHR pidió a los psiquiatras estadounidenses y a la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA en sus siglas en inglés) expedir notas de advertencia sobre las más recientes drogas psiquiátricas que causan violencia y suicidio, como el antidepresivo Prozac. CCHR presentó una queja formal y suministró la evidencia procedente. El 20 de septiembre de 1991 la FDA respondió. Ordenó un comité consultivo para que mantuviera audiencias para investigar la seguridad y efectividad de las drogas antidepresivas. Un panel de nueve psiquiatras, muchos con lazos financieros con las compañías, escucharon el testimonio de los expertos médicos, así como a las víctimas de estas drogas. No hicieron nada.
No fue sino hasta trece años después, el 15 de octubre de 2004, cuando finalmente la FDA ordenó a las compañías farmacéuticas que pusieran advertencias en “recuadro negro” a las cajas de antidepresivos; que adviertan que pueden provocar ideas y conducta suicida en niños y adolescentes. Nueve meses le tomó a la FDA expedir otra nota de advertencia a los médicos: que vigilaran la conducta suicida en adultos que
tomen antidepresivos.
Las advertencias de la FDA reivindicaron las afirmaciones de CCHR y sus testimonios de pacientes y familiares de 1991. Sin embargo, millones de hombres, mujeres y niños ya habían sido sometidos a peligrosas drogas por más de una década. Actualmente la controversia sobre el asunto va en aumento, y las advertencias internacionales se expiden a ritmo acelerado, citando los efectos de dependencia a las drogas: adicción, manía, hostilidad, agresión, psicosis, suicidio y violencia.
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