EL CONSENTIMIENTO DEL MALTRATO INFANTIL EN LA ANTIGUEDAD
El filósofo griego Platón, a través de su obra la “República” estableció el poder de los padres sobre los hijos y políticamente los romanos adoptando tal posición establecieron a los padres como amos absolutos de los hijos, como su autoridad.
A lo largo de la historia, según Walter Lambert, se han presentado grandes maltratos a la niñez que fueron justificados por la época y la visión cultural de ese momento. Lambert trae a colación la matanza a niños menores de 2 años ejecutada por Herodes.
“Actualmente, podemos ver que muchas madres abandonan a sus hijos en especies de canastos. En relatos bíblicos un hecho semejante sería la vida de Moisés. La diferencia está entonces en el contexto histórico en el que sucedió” explica Lambert.
Frases bíblicas como: “Si no usas la vara, malcrías al muchacho”, han justificado miles de casos de maltratos en la historia, afirma Lambert. “Esta frase que hace referencia a una comparación entre un pastor y la forma como educa a su rebaño, se tomó por parte de muchos cristianos como una justificación del castigo físico”.
En la Antigüedad los niños eran arrojados a los ríos, echados en muladares y zanjas,»envasados» en vasijas para que se murieran de hambre y abandonados en cerros y caminos . En la Edad Media europea algunas veces se practicaba el lanzamiento del niño fajado. Los médicos se quejaban de que los padres rompían los huesos a sus hijos pequeños con la «costumbre» de lanzarlos como pelotas. Las nodrizas decían a menudo que los corsés, en que iban embutidos los niños eran necesarios porque sin ellos no se les podía « lanzar de un lado a otro». Los médicos denunciaban también la costumbre de mecer violentamente a los niños pequeños « que deja a la criatura atontada para que no moleste a los encargados de cuidarla». Por esto empezaron los ataques a las cunas en el siglo XVIII.
Hasta el siglo IV, ni la ley ni la opinión pública veían nada malo en el infanticidio en Grecia o en Roma. Los grandes filósofos tampoco. Aristóteles escribió: «En cuanto al abandono o la crianza de los hijos, debe haber una ley que prohíba criar a los niños deformes, pero por razón del número de hijos, si las costumbres impiden abandonar a cualquiera de los nacidos, debe haber un limite a la procreación» . El se practicaba a todo niño que no fuera perfecto en forma o tamaño, o que llorase demasiado o demasiado poco, o que fuera distinto de los descritos de las obras ginecológicas sobre « Como reconocer al recién nacido digno de ser criado» (Sorano de Efeso), generalmente se le daba muerte.
En Roma el infanticidio no fue declarado punible con la pena capital hasta el año 374, con lo cual, por supuesto, no se puso fin a esta práctica cuando el cristianismo pasó a ser la religión del Estado. Posterior a esto fue común la práctica de infanticidio «accidental»: niños asfixiados bajo el peso de los adultos . Aunque las primeras representaciones pictóricas de la cuna datan del siglo XIII, en formas más simples seguramente se venía utilizando desde mucho antes. Desde los comienzos de la Edad Media las leyes y los libros penitenciales dan testimonio de las tentativas de impedir que se abandone a los niños y que se les asfixie echándose sobre ellos en la cama, sea intencionadamente o no; en el siglo IX se dicta la primera prohibición concreta de la costumbre de acostar a los niños en la cama de los padres . El uso de este mueble fue una cuestión de vida o muerte, como se desprende de numerosas amonestaciones de las autoridades eclesiásticas, cuyo objeto era que no se acostara a los niños en la cama de los padres para evitar el riesgo de asfixia bajo el peso de los adultos. En una serie de esas exhortaciones que se extienden a lo largo del siglo XIII, varios obispos instaban a que se mantuviera a los niños en la cuna por lo menos hasta la edad de tres años.
Como la ceremonia del bautismo representaba también la recepción del niño en la comunidad cristiana, este precepto, y la insistencia del bautismo público en una iglesia quizá tuvieran por objeto asimismo acabar con las prácticas encaminadas a lograr que el niño no pudiera sobrevivir.
El sacrificio ritual de los niños fue costumbre entre los celtas de Irlanda, los galos, los escandinavos, los egipcios, los fenicios, los moabitas, los amnonitas y en determinados períodos los israelitas. Incluso en Roma, el sacrificio de niños se practicaba clandestinamente. Plinio el Viejo habla de hombres que trataban de conseguir « el tuétano de la pierna y el cerebro de los niños pequeños». Los griegos y los romanos eran en realidad una isla en un mar de naciones que seguían sacrificando niños a los dioses, práctica a la que los romanostrataron en vano de poner fin.
El abuso sexual de los niños y jóvenes es una constante en la historia. Las sociedades basadas en la esclavitud y la servidumbre abusaron sexualmente de niñas y niños.
En Roma antigua un hombre libre podía elegir entre las esclavas nacidas bajo su techo a una joven y liberarla y educarla para que fuese su concubina. Nada más alcanzar los doce años, recibía la condición legal de concubina, de la misma manera que a esta edad, la joven nacida libre y comprometida por su padre antes de los doce años, recibía el estatus legal de esposa legítima.
Ya bajo la influencia del cristianismo con arreglo al derecho canónico, las edades mínimas para contraer matrimonio eran los doce años para las muchachas y los catorce para los chicos, y parece que muchos se casaban o al menos se prometían más jóvenes. La expectativa de vida en esas sociedades estaba entre los treinta y los cuarenta años de edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario