
Aparte de lo anteriormente comentado, tampoco pueden, por ejemplo: conducir vehículos, ni ejercer su derecho al voto, ni abandonar el país sin un acompañante varón o sin el consentimiento escrito de un familiar varón…
Amnistía Internacional ha declarado: «La vida de las mujeres saudíes está regida por una red de costumbres, normas y edictos religiosos. El Estado controla prácticamente todos los aspectos de su vida cotidiana, desde su derecho a la libre circulación hasta su derecho a recibir una reparación cuando son víctimas de agresiones violentas».Cuando las mujeres saudíes entran en contacto con el sistema de justicia penal, las mujeres son interrogadas invariablemente por hombres. Al no haber tenido anteriormente contacto con hombres que no sean de su familia resulta más fácil intimidarlas para que realicen confesiones que luego se utilizan como prueba (en ocasiones la única) para declararlas culpables y condenarlas.
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