SEXO ENTRE REJAS
La sexualidad en el ámbito carcelario es sin duda uno de los temas que más ha intrigado a la población y preocupado a los penólogos y humanista por las contradicciones que pueden encontrarse en el derecho penitenciario a este respecto.
La revelación de lo que ocurre en el submundo de cárceles y prisiones en materia de sexualidad muestra un panorama sorprendente y degradante. Quienes ven transcurrir su vida normal y armoniosamente, jamás podrán concebir las extrañas deformaciones que la reclusión provoca
Estos dias , hemos asistido entre sorprendidos y atónitos a los sucesos dentro de las paredes de la prisión de Madrid I, en Alcalá-Meco entre los funcionarios que allí trabajan se han producido estos días una guerra de acusaciones, de rencillas y venganzas entre los 150 trabajadores de interior (los que están en contacto con las reclusas).De esos 150 funcionarios, unos 45 son hombres y el resto, mujeres. Los trabajadores varones acusan a un grupo de compañeras, apodadas las talibanas –"entre 10 y 14 lesbianas"–, de los mismos acosos sexuales hacia las reclusas. A cambio de prebendas y favores, las internas tenían sexo consentido con ellas, acusaciones que también han corroborado algunas ex reclusas que han hablado con 20 minutos, "aunque estos casos eran los menos. Lo malo de lo malo estaba entre los hombres", señala Raquel, venezolana y ex presa.
Las acusaciones mutuas han creado un ambiente enrarecido en la prisión. Desde Instituciones Penitenciarias han explicado que se recibieron las denuncias de las primeras irregularidades en enero de este año. Y que la gota que colmó el vaso fue una reunión que mantuvo este mes la secretaria general de Prisiones, Mercedes Gallizo, con un grupo de funcionarios varones. Otras fuentes, en cambio, afirman a este diario que fueron funcionarias féminas las que se reunieron con Gallizo. La decisión de destituir al director, al subdirector y al administrador de la prisión se tomó el lunes 19 de abril. Este diario adelantó la noticia el viernes 23. Un día después, Gallizo tachó de "conductas deleznables" los comportamientos de algunos trabajadores. Dos de ellos, varones, ya están suspendidos seis meses de empleo y sueldo. Se investigan, así mismo, juergas con alcohol entre funcionarios y presas, intercambios sexuales y posibles robos de comida, bebida y tabaco del economato de la cárcel.
Todo esto no hace sino abrir nuevamente el debate social que siempre ha existido con relación a este tema y que tantas polémicas ha suscitado a lo largo de la historia.
La sexualidad en el ámbito carcelario es sin duda uno de los temas que más ha intrigado a la población y preocupado a los penólogos y humanista por las contradicciones que pueden encontrarse en el derecho penitenciario a este respecto.
La revelación de lo que ocurre en el submundo de cárceles y prisiones en materia de sexualidad muestra un panorama sorprendente y degradante. Quienes ven transcurrir su vida normal y armoniosamente, jamás podrán concebir las extrañas deformaciones que la reclusión provoca
Estos dias , hemos asistido entre sorprendidos y atónitos a los sucesos dentro de las paredes de la prisión de Madrid I, en Alcalá-Meco entre los funcionarios que allí trabajan se han producido estos días una guerra de acusaciones, de rencillas y venganzas entre los 150 trabajadores de interior (los que están en contacto con las reclusas).De esos 150 funcionarios, unos 45 son hombres y el resto, mujeres. Los trabajadores varones acusan a un grupo de compañeras, apodadas las talibanas –"entre 10 y 14 lesbianas"–, de los mismos acosos sexuales hacia las reclusas. A cambio de prebendas y favores, las internas tenían sexo consentido con ellas, acusaciones que también han corroborado algunas ex reclusas que han hablado con 20 minutos, "aunque estos casos eran los menos. Lo malo de lo malo estaba entre los hombres", señala Raquel, venezolana y ex presa.
Las acusaciones mutuas han creado un ambiente enrarecido en la prisión. Desde Instituciones Penitenciarias han explicado que se recibieron las denuncias de las primeras irregularidades en enero de este año. Y que la gota que colmó el vaso fue una reunión que mantuvo este mes la secretaria general de Prisiones, Mercedes Gallizo, con un grupo de funcionarios varones. Otras fuentes, en cambio, afirman a este diario que fueron funcionarias féminas las que se reunieron con Gallizo. La decisión de destituir al director, al subdirector y al administrador de la prisión se tomó el lunes 19 de abril. Este diario adelantó la noticia el viernes 23. Un día después, Gallizo tachó de "conductas deleznables" los comportamientos de algunos trabajadores. Dos de ellos, varones, ya están suspendidos seis meses de empleo y sueldo. Se investigan, así mismo, juergas con alcohol entre funcionarios y presas, intercambios sexuales y posibles robos de comida, bebida y tabaco del economato de la cárcel.
Todo esto no hace sino abrir nuevamente el debate social que siempre ha existido con relación a este tema y que tantas polémicas ha suscitado a lo largo de la historia.
1 comentario:
El tema de lo que sucede en las prisiones es muy escabroso y a mí personalmente no me pilla de susto éstos acontecimientos.
No son casos aislados y suceden desde mucho antes de la unificación de las scalas masculina y femenina, hay muchos lugares comunes para presas y presos en un centro penitenciario, tampoco es un hecho concreto de Alcalameco se dan en la mayoría de los centros del país y no sólo relacionado con el sexo, también con el alcohol un funcionario público no puede beber alcohol en su puesto de trabajo y en las guardias, no falta, pero todo ésto se oculta porque el trabajo en prisiones no es fácil ni agradable y me parece indignante que se haga la vista gorda, se tiren balones fuera y echen cortinas de humo.
Un saludo
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