EL MALTRATO ES UN HECHO AISLADO. Nada más lejos de la realidad, al creciente número de denuncias hay que sumar la espeluznante cifra de muertes. Las organizaciones denuncian que cada semana una mujer es asesinada por su pareja.
A LAS MUJERES NO LES IMPORTA, SI NO SE MARCHARÍAN. La falta de recursos económicos y de apoyos, el miedo a las amenazas o a la pérdida de los hijos son sólo algunos de los factores que fuerzan a las mujeres a soportar durante años el maltrato.
OCURRE EN FAMILIAS DE BAJOS INGRESOS Y BAJO NIVEL CULTURAL. Afecta a mujeres de toda condición independientemente del estatus económico o social. Lo que es cierto es que las de mayores posibilidades aguantan durante menos tiempo una situación de maltrato.
LAS AGRESIONES FÍSICAS SON MÁS PELIGROSAS QUE LAS PSÍQUICAS. Las agresiones psíquicas pueden tener mayor riesgo ya que la mujer pierde su autoestima y capacidad para decidir por sí misma.
SON INCIDENTES DERIVADOS DE UNA PÉRDIDA DE CONTROL MOMENTÁNEa. La violencia no es producto de un problema ocasional, ya que una vez solventados los obstáculos no desaparece.
ES UN ASUNTO QUE NO DEBE DIFUNDIRSE. Es necesario romper con la falsa idea de que como ocurre dentro de un hogar es un asunto íntimo y privado. Su origen no es un problema familiar sino una cuestión de dominio del hombre frente a la mujer.
ES MEJOR QUE AGUANTEN SI TIENEN HIJOS. Por el contrario, si la pareja tiene hijos han de alejarse del maltratador ya que probablemente acabe abusando también de ellos. Una educación en un ambiente violento conduce a interiorizar la violencia como instrumento de la vida cotidiana.
EL AGRESOR ES UN ENFERMO Y NO ES RESPONSABLE DE LO QUE HACE. El alcohol y otras sustancias actúan como desinhibidores, como excusa del agresor y como elemento para justificar su violencia, pero en ningún caso es una causa.
LA MUJER ES LA QUE PROVOCA LA AGRESIÓN. La mujer no provoca ninguna de las agresiones; de cualquier manera nunca está justificado el uso de la violencia.
A LAS MUJERES NO LES IMPORTA, SI NO SE MARCHARÍAN. La falta de recursos económicos y de apoyos, el miedo a las amenazas o a la pérdida de los hijos son sólo algunos de los factores que fuerzan a las mujeres a soportar durante años el maltrato.
OCURRE EN FAMILIAS DE BAJOS INGRESOS Y BAJO NIVEL CULTURAL. Afecta a mujeres de toda condición independientemente del estatus económico o social. Lo que es cierto es que las de mayores posibilidades aguantan durante menos tiempo una situación de maltrato.
LAS AGRESIONES FÍSICAS SON MÁS PELIGROSAS QUE LAS PSÍQUICAS. Las agresiones psíquicas pueden tener mayor riesgo ya que la mujer pierde su autoestima y capacidad para decidir por sí misma.
SON INCIDENTES DERIVADOS DE UNA PÉRDIDA DE CONTROL MOMENTÁNEa. La violencia no es producto de un problema ocasional, ya que una vez solventados los obstáculos no desaparece.
ES UN ASUNTO QUE NO DEBE DIFUNDIRSE. Es necesario romper con la falsa idea de que como ocurre dentro de un hogar es un asunto íntimo y privado. Su origen no es un problema familiar sino una cuestión de dominio del hombre frente a la mujer.
ES MEJOR QUE AGUANTEN SI TIENEN HIJOS. Por el contrario, si la pareja tiene hijos han de alejarse del maltratador ya que probablemente acabe abusando también de ellos. Una educación en un ambiente violento conduce a interiorizar la violencia como instrumento de la vida cotidiana.
EL AGRESOR ES UN ENFERMO Y NO ES RESPONSABLE DE LO QUE HACE. El alcohol y otras sustancias actúan como desinhibidores, como excusa del agresor y como elemento para justificar su violencia, pero en ningún caso es una causa.
LA MUJER ES LA QUE PROVOCA LA AGRESIÓN. La mujer no provoca ninguna de las agresiones; de cualquier manera nunca está justificado el uso de la violencia.
1 comentario:
Hola Silvia y Salva.
Parece increíble que a estas alturas cuando los datos sobre maltrto cada vez ponen los pelos más de punta, circulen entre la población esta clase de mensajes cuyo único objetivo es desinformar, distorsionar, crear confusión, llegando a firvolizar el maltrato. En ocasiones demuestra muy poca sensibilidad una falta de respeto a las víctimas y una pasividad que asusta.
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