La violencia masculina contra las mujeres es un crimen, un delito histórico e universal.
Comienza en los albores de la civilización, y subsiste hasta nuestros días. La violencia de género puede ser considerada parte de una “cultura patriarcal” arraigada en las sociedades de todo el mundo y que ha llevado a un abuso con la persona más desfavorecida en este esquema, la mujer. Por ello, los expertos inciden en no presentar el problema como si fuera “de las mujeres”, ya que si bien son ellas quienes los sufren, se trata de una dificultad de la que los hombres han de ser conscientes y deben tratar de superarla. Los roles de género deberán desaparecer, permitiendo a hombres y mujeres ser a la vez sentimentales y racionales, lógicos e intuitivos, fuertes y débiles. Lo femenino y lo masculino podrán vivirse en igualdad de valoración en lo social. Esta utopía significa una revolución cultural, que permita la construcción de una nueva manera de ser mujer y ser hombre.
Comienza en los albores de la civilización, y subsiste hasta nuestros días. La violencia de género puede ser considerada parte de una “cultura patriarcal” arraigada en las sociedades de todo el mundo y que ha llevado a un abuso con la persona más desfavorecida en este esquema, la mujer. Por ello, los expertos inciden en no presentar el problema como si fuera “de las mujeres”, ya que si bien son ellas quienes los sufren, se trata de una dificultad de la que los hombres han de ser conscientes y deben tratar de superarla. Los roles de género deberán desaparecer, permitiendo a hombres y mujeres ser a la vez sentimentales y racionales, lógicos e intuitivos, fuertes y débiles. Lo femenino y lo masculino podrán vivirse en igualdad de valoración en lo social. Esta utopía significa una revolución cultural, que permita la construcción de una nueva manera de ser mujer y ser hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario