Los brazaletes de localización contra maltratadores
Los brazaletes de localización contra maltratadores son dispositivos electrónicos compuestos por tres elementos: dos emisores y un brazalete. El maltratador deberá llevar siempre consigo la pulsera, sujeta a su muñeca, y un emisor, un aparato de tamaño algo mayor a un teléfono móvil que informa a la policía de su situación. La mujer deberá llevar el segundo emisor.
El sistema contra los maltratadores sirve para garantizar que el agresor cumpla la orden judicial de permanecer alejado (normalmente a 500 metros) de la víctima. La alarma salta cuando los dos emisores están a una distancia inferior a la decretada por el juez, momento en el que una señal acústica alerta a la víctima para que pueda esconderse y otra señal avisa a la policía. El agresor, al que la pulsera le ha sido implantada como una medida alternativa a la cárcel, se enfrentaría entonces a las consecuencias del quebrantamiento de condena.
Los problemas técnicos, sin embargo, han surgido porque el mecanismo también se activa, y la policía es alertada, si el hombre, por olvido o intencionadamente, se aleja a más de siete metros de su emisor. "Puede ocurrir que el hombre se olvide el emisor en el baño y vaya a la cocina, o por cualquier otra razón", explican fuentes judiciales. Estas mismas fuentes aclaran que, además de los inconvenientes de la movilización de agentes policiales, el hombre podría verse entonces perjudicado o bajo sospecha sin haber cometido ninguna infracción.
Estas razones, y otras de orden práctico, son las que han retrasando la extensión de un sistema contra la violencia doméstica.
Los brazaletes de localización estarán controlados por personal especializado en violencia de género y adaptados a víctimas o agresores con discapacidad sensorial, conforme los requisitos que impuso el Gobierno en el pliego de condiciones para la contratación en concurso público de este servicio. El sistema de control telemático estará conectado con operadores especializados 24 horas al día, todos los días del año.
En este centro se recibirán prealertas en caso de proximidad y alertas múltiples cuando se violen los límites marcados por la orden de alejamiento, ya que el dispositivo de localización se impondrá por orden judicial como parte de las medidas cautelares de protección de la víctima de violencia de género.
El sistema debe ser capaz de detectar e identificar en todo momento el lugar en que se encuentra el agresor respecto de su víctima y viceversa; detectar y notificar cualquier intento de manipulación o fraude sobre el aparato; comunicar incidencias, y establecer comunicación por voz entre los operadores y los sujetos del dispositivo.
El sistema contra los maltratadores sirve para garantizar que el agresor cumpla la orden judicial de permanecer alejado (normalmente a 500 metros) de la víctima. La alarma salta cuando los dos emisores están a una distancia inferior a la decretada por el juez, momento en el que una señal acústica alerta a la víctima para que pueda esconderse y otra señal avisa a la policía. El agresor, al que la pulsera le ha sido implantada como una medida alternativa a la cárcel, se enfrentaría entonces a las consecuencias del quebrantamiento de condena.
Los problemas técnicos, sin embargo, han surgido porque el mecanismo también se activa, y la policía es alertada, si el hombre, por olvido o intencionadamente, se aleja a más de siete metros de su emisor. "Puede ocurrir que el hombre se olvide el emisor en el baño y vaya a la cocina, o por cualquier otra razón", explican fuentes judiciales. Estas mismas fuentes aclaran que, además de los inconvenientes de la movilización de agentes policiales, el hombre podría verse entonces perjudicado o bajo sospecha sin haber cometido ninguna infracción.
Estas razones, y otras de orden práctico, son las que han retrasando la extensión de un sistema contra la violencia doméstica.
Los brazaletes de localización estarán controlados por personal especializado en violencia de género y adaptados a víctimas o agresores con discapacidad sensorial, conforme los requisitos que impuso el Gobierno en el pliego de condiciones para la contratación en concurso público de este servicio. El sistema de control telemático estará conectado con operadores especializados 24 horas al día, todos los días del año.
En este centro se recibirán prealertas en caso de proximidad y alertas múltiples cuando se violen los límites marcados por la orden de alejamiento, ya que el dispositivo de localización se impondrá por orden judicial como parte de las medidas cautelares de protección de la víctima de violencia de género.
El sistema debe ser capaz de detectar e identificar en todo momento el lugar en que se encuentra el agresor respecto de su víctima y viceversa; detectar y notificar cualquier intento de manipulación o fraude sobre el aparato; comunicar incidencias, y establecer comunicación por voz entre los operadores y los sujetos del dispositivo.
2 comentarios:
La idea de la pulsera para los maltratadores me parece bien. Pero creo recordar un caso en el que el centro de seguridad en el que las alarmas de las pulseras suenan, no detectó a tiempo la alarma. En este caso, el maltratador acabó con la vida de su mujer. Sincenramente creo quen la mejor medida para estas personas s la cárcel.
Hola, me parece buena idea pero no me fío de eses chismes la tecnología falla mucho y deberían de seguir investigando sobre el funcionamiento y mejora de estos dispositivos.
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