LA CENTRAL CATEQUISTA SALESIANA EDITA UN LIBRO PARA "CURAR" LA HOMOSEXUALIDAD

LA CENTRAL CATEQUISTA SALESIANA EDITA UN LIBRO PARA "CURAR" LA HOMOSEXUALIDAD

Parece que está de moda en el catolicismo explicar el fenómeno LGTBQ -como cualquier otro- desde la "mancha que a todos nos persigue desde el nacimiento". A nosotros ya no nos sorprende, es el mismo discurso fatalista, represivo y antinatural de toda la vida. Aunque nos cabrea que nos quiera vender un libro de autoayuda la persona que más la necesita. Estos días varios medios digitales como elplural.com recogen que la editorial Central Catequística Salesiana -propiedad de la orden católica de religiosos y laicos de los Salesianos-, ha publicado el libro 'Una Historia Sobre el Maltrato y la Homosexualidad'. En él su autora, Marta Lozano -que se define como "ex homosexual y actual mujer libre y feliz"- mete en el mismo saco a los y las maltratadas en el ámbito doméstico con los y las homosexuales que se sienten "excluidos o diferentes". La autora da una serie de consejos a “aquellas personas que viven atormentadas por un sentimiento de vergüenza y de culpabilidad, bien sea por haber sido víctima de una violencia física o psicológica en el hogar, o por experimentar una atracción homosexual no deseada ni buscada”. Sin duda, una primera valoración sobre el interés de un libro de estas características podría ser verbalizada con algo cercano a "Pffffffffffffffff...".De esta manera, equiparando sin la más mínima vergüenza la homosexualidad con la violencia de género, narra en primera persona “cómo recuperó la paz tras lidiar por años con sus propias tendencias”, aparte de afirmar que el comportamiento homosexual se debe a "que existen hombres o mujeres que tienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo por presión, por desdén o por probar algo diferente”. En resumen, parece que esta mujer, por mucho que haya intentado buscarlo, desgraciadamente no se ha sentido amada por ningún hombre ni mujer en toda su vida.La autora también cree conveniente distinguir entre “orientación homosexual” y “comportamiento homosexual”, ya que considera que “hay personas que puedan sentir deseos homosexuales sin llevar a cabo conductas de tipo homosexual”, lo que símplemente evidencia que de curación nada, chati. Hasta esta señora tan "libre y feliz" parece seguir teniendo ganas de tocar pelo.Entre las demás necedades que desarrolla a lo largo del panfleto, advierte del peligro de la “corriente pro-gay predominante en muchos países occidentales”, al generar una mayor “aceptación, incitación y proliferación de actos homosexuales”. Ya no nos queda duda alguna del objetivo belicoso de la autora, que también recurre al típico y añejo argumento de "qué ejemplo damos a nuestros hijos".Esta claro que para Marta Lozano los niños deben ser educados dentro de un sistema basado en las inmotivadas restricciones físicas y psicológicas que ofrece el catolicismo -cuando además es más que evidente la hipocresía instaurada en las altas esferas de esta confesión desde tiempos remotos-. Después no nos extraña que se queje de la distorsión que se genera en tu propia psique -por no decir alma- por culpa el contraste de la falsa realidad que te inyecta en la infancia el fundamentalismo de estos dogmas con el contexto social y personal en el que realmente vives. Como ya ha manifestado la FELGTB, "que la Iglesia afirme este tipo de barbaridades evidencia la necesidad de que lo religioso salga de las escuelas", además de que "ni la homosexualidad, ni la heterosexualidad se pueden curar”. Sin embargo, a ésto último podríamos añadirle por el bien del problema de la señora Marta Lozano que "se lo haga mirar".